Mis planes para hoy eran Teide, La Orotava, Cuesta de la Villa y por último, Puerto de la Cruz pero al final no hemos parado en La Orotava… no llegábamos para comer al Restaurante “El Calderito de la Abuela” un sitio muy bonito y donde se come muy bien con unas vistas impresionantes, recomendado por Andrea.
Empezamos a las 8:00 a ponernos en marcha y con un super desayuno bufet en el hotel. Si quieres puedes hacerte un English Breakfast como en Londres, pero yo siempre voy a lo simple, zumo, cafe con leche unas tostadas y algún croissant.
Despues de coger energía cogemos el coche dirección el Teide.
Yo no sé que hacemos con el Tom tom, Googlemaps o cualquier otro,…, pero esta vez igual que otras, nos ha llevado por el “Tenerife profundo”, nada de autovías o carreteras, caminos empinados, estrechos,…, aunque no eran malos y hemos podido ver sitios que no se suelen ver.
Ya en el Parque Nacional del Teide, te vas encontrando miradores donde se puede observar la lava del volcán en antiguas erupciones. Nosotros hemos ido parando en algunos hasta llegar a Roques de García (donde se encuentra la famosa piedra del billete de 1000 pesetas).
Había mucha gente, hemos encontrado sitio para aparcar de milagro, pero como eran sobre las 11:00, veías que no paraban de llegar mas coches, así que por los pelos, hemos podido hacer parte de la ruta que hay para ver las Roques de García.
Después de una hora y poco caminando sin terminar la ruta, hemos decidido volver para dirigirnos a Cuesta de la Villa, donde se encuentra el restaurante que nos habían recomendado. La idea era parar antes en La Orotava, pero teniamos mas de una hora de camino y no sabíamos si ibamos a llegar a tiempo.
Por el camino, hemos pasado de un paisaje lunar a la invasión de las nubes, donde todo es verde y los helechos crecen por castigo.
Y después de alguna parada en los miradores, hemos llegado a “El Calderito de la Abuela”, con 1 hora de antelación a la reserva, pero hemos entrado igual.
Había pedido mesa en el mirador para ver las vistas y ahi estaba una mesa espectacular donde poder ver el océano y el Puerto de la Cruz. Nos hemos hecho fotos, nos ha traído la carta y cual ha sido nuestra sorpresa que ha venido el camarero pidiendo disculpas de que se habían equivocado y que esa mesa era para otros clientes. ¿Como?!, nos han hecho levantar y cambiarnos… a partir de ahi ya no ha sido igual, la atención muy buena, la comida muy buena, pero yo ya no sentía lo mismo. Al menos, he hecho las fotos 😆.
Luego nos hemos ido al Puerto de la Cruz, es una ciudad muy tranquila o por lo menos eso es lo que me pareció. Hay turismo pero no es como en Los Cristianos, puedes pasear por el paseo marítimo y no te agobian diciendo en ingles si quieres tomar algo,… y llegamos hasta el Lago Martiánez. El tiempo estaba nublado y no apetecía mucho nadar y tampoco había gente tomando o el sol, así que nos fuimos a ver la Plaza de la Iglesia y la Plaza del Charco, ademas callejeamos por al ciudad.
Después de un ratito decidimos volver al hotel, todavía nos quedaba casi una hora y media.
Y aqui sucede como en el Pais Vasco, que cruzas un túnel y de un clima pasa a otro de manera drástica. En nuestro caso, veníamos de una zona verde, con la nubes bajas (como niebla), pasamos el túnel super largo y “tatachan” sol, poca vegetación,…
Una vez en el hotel, duchita y prepararnos para cenar. La verdad es que ya llegamos con las fuerzas justas, así que no pude escribir, lo dejé para el día siguiente.